lunes, 24 de noviembre de 2008

En una estación perdida...y con un pendolino!!

Imagen: Flickr de hyrskylahty

Cuando llegamos a la perdida estación de xxxxxx (no tengo idea) la noche se antojada desapacible, eran las 18h, llovía y sólo teniamos una pequeña estación con una mínima tienda, obviamente no era la estación principal de Helsinki.

Gracias a nuestra amiga finlandesa hispano parlante conocida en el anterior vuelo pudimos conocer cual de ellas era la via que habia que coger, toda la estación estaba en finlandés y ni siquiera las cajeras de la misma hablaban inglés. Intentamos cambiar el billete para un tren anterior, como nos recomendó nuestra nueva amiga, pero todos los intentos fueron en vano, era un billete sacado por internet con antelación. No nos quedaba otro remedio más que esperar durante al menos 3 cuartos de hora a nuestro tren.

Nuestra amiga habia llegado a su destino y su tren hacia casa se acercaba. Todos nos despedimos de ella muy agradecidos por su ayuda, que hubiera sido de nosotros, sin conocer finlandés en aquella pequeña estación...

Comenzamos a ver extrañas personas, jóvenes vestidos de negro y dándose el lote, botas militares, gitanas finlandesas con unos refajos dignos de ver (pero no de fotografiar, daban un poco de recelo) y gitanos que se metian con las gitanas provocando que los agentes de seguridad de la estación (armarios roperos bastante atractivos) los echaran de la misma. Por si acaso no perdiamos ojo de nuestras 12 maletas.
Nos dimos un paseito por la miniestación. Para ir al baño aquello se antojó imposible para varios de nuestros integrantes, aparte de que si querias entrar costaba 1 euro, al llegar dentro aquello era diseñado para gigantes y nada, imposible. Lo del euro lo solucionaron varias compañeras, ya sabéis, eso de la picaresca española. Una paga y luego se sujeta la puerta al salir y entra otra y asi sucesivamente.

Por la estación mi compañero Fernando compra postales y sellos, pensando en una futura conversación con el acerca de postcrossing (ejem, ejem) compro yo también una postal y se la envio a mi costillo (palabra de Janine) navideña, preciosa. Postal + sello = 1.50

Llaman a nuestro profesor, nada, que como llegaremos muy tarde a destino, no nos esperan a cenar, así que nos busquemos la vida. A ultima hora la "spanish party" compra en tropel bocadillos en la estación al precio de unos 5 euros cada uno y los que ya tenemos el que nos ahorramos en el avión compramos una bebida. En mi caso zumo de melocotón y naranja, si, todo junto, nuevo sabor para mi acostumbrado paladar español. Al "módico" precio de 2 euros largos.

Nos dirigimos a la via que previamente nos habian dicho, no sin escaso trabajo, ya que en el pas subterraneo tuvimos que coger en peso nuestra maletas para bajar y subir escaleras...por fin, el tren...La minoria masculina del grupo ayuda a subir las maletas a las más mayores. Las colocamos, y subimos al pendolino, buscamos nuestros asientos comprobando que el tren va casi vacio.

Nos esperan 4 largas horas de viaje hasta nuestro próximo destino, a una velocidad media de 170-200km/h

Bien, ya dentro, colocado todo, asientos buscados, toca la hora de la investigación y exploración del pendolino. Vagón por vagón recorro todo el tren con un encargo, la búsqueda del smoking point (los fumadores atacán de nuevo) pues bien, pasados varios vagones, donde habia sendos baños, cabinas para hablar por el movil con intimidad, cafeteria atestada, por fin encuentro el smoking point, un cubiculo deprimente acristalado en el cual no caben más allá de 5 personas. Desando mi camino y aviso del hallazgo, algo que provoca la alegría en los fumadores del grupo (4 personas) y sirvo de guia en la primera visita al lugar, alli les dejo, encerraditos en su propio y ajeno humo y regreso a mi asiento.

Decidimos que es hora de cenar y sacamos nuestros bocadillos y bebidas, dando buen cuenta de los mismos. Españoles hasta la muerte, en un vaivén del tren derraman una botella de vino chileno del avión. Menos mal que al lado de cada asiento hay un paquete de bolsas para poder echar la basura y cuando la llenas la llevas a un punto donde dejarla, asi que con un poco de periodico limpian y adecentan aquello.

Y ahora toca tiempo de dormir, son al menos las 8 de la tarde y llevamos levantados desde dos días atrás, caemos en el sopor todos.

Cercana la parada del tren, allá por las 21.45h de la noche, nos preparamos para abandonar el tren, sólo contamos con dos minutos para coger el nuevo tren.

Bajamos a toda prisa y nuevamente cargamos con nuestras maletas por un paso subterráneo. Cuando llegamos, el tren estaba allí y nada, nuevamente subir las 12 maletas con la consiguiente mala cara del guapo revisor.

Así que, en un angosto y antiguo tren con tufillo antiguo nos sentamos durante unos 15 minutos mientras ojeamos un periódico abandonado en el cual hablan de Penelope Cruz, y bromeamos con el titular en Finlandés que al castellano significaría algo diferente.

Un par de minutos antes de llegar, nuevamente preparados para salir del tren. Vemos a nuestra amiga Riitta esperando con un autobús y un carrito. Nos saludamos todos, cargamos las maletas y siendo las 22.15h aún nos quedan al menos 40 minutos de viaje hasta el hotel.

40 minutos que Riitta y yo aprovechamos para charlar de todo un poco, de las espectativas del viaje, lo que vamos a ver, lo que me gustaria ver la nieve alli, como va nuestro inglés, nuestras respectivas clases de inglés...

Llegamos al hotel, por fin, las 23.00h. Cansancio. Aún nos queda por rellenar el formulario de inscripción, lo hacemos.

Saludamos a las demás finlandesas allí presentes, Hanna Leena, Mina...los demás países ya están durmiendo.

Nos dan las llaves (tarjetas) de las habitaciones y como al final hemos hecho cambio de ultima hora entre dos de ellas (una la mia) pues cambiamos llaves y listo. Una de las viajeras de mi pueblo deseaba dormir con la única persona que conocía en todo el viaje (mi antigua compañera) y bueno, Viva Gran Hermano!!, a mi no me importa, yo feliz con mi nueva compañera, Lali, de Inglés 2, de otra localidad, a la cual no conocía hasta el momento del viaje.

Y por fin, nos vamos a descansar. Nos damos una duchita, nos lavamos los dientes y somos felices ya ambas. Apagamos la luz, siendo la tv lo ultimo que apagamos y charlamos un poco acerca de nosotras. Por fin, nos dormimos y hasta mañana.

Continuará...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues menos mal que contabais con la ayuda de la hispano-finlandesa, porque las hubierais pasado canutas!!! Yo creía que en los países nórdico todo el mundo habla inglés, y es que siempre pensamos que lo de fuera es mejor ¿verdad?
Estoy esperando el siguiente capítulo, esto es igual que seguir las aventuras de El Duque, ja, ja.

Maritere dijo...

Bueno, yo creo que al fin y al cabo, igual también nos hubieramos apañado de alguna forma y a alguien que hubiera sabido inglés hubieramos encontrado por allí.

Hay mucha gente que habla inglés, más que en España, por supuesto, pero no todo el mundo. Y cuando vas a una estación que no es para nada la principal, surgen estos inconvenientes.

Que honor que me compares con El Duque. Y eso que hoy os he dado una chapa increible a los lectores. Quizás por querer contar todo el viaje del tren me he pasado.

Gracias guapa!

Besos.

seraim dijo...

esperamos el nuevo capítulo!!
qué interesante, Tere, te fijas en todo!! :D

Maritere dijo...

Gracias Raquel!!

Es que estos viajes me saben a gloria a pesar de ser muy cansados y los disfruto y saboreo al máximo.

Por eso tengo tantos detalles, y espero que no pasen muchos días antes de concluirlo y poder recordar todo, porque si queda aqui plasmado me gustará leerlo dentro de 1 año o más. Como un diario.

Gracias. Muchos besos!