La señora Francis en la actualidad

El comienzo de esta serie de aventuras fue un hecho en concreto, el cual os paso a relatar:

Hacia muy buena tarde y la señora Francis se encontraba en el exterior del centro donde realizaba un curso, y estaba en corrillo con unas 7 personas hablando de todo un poco, cuando de repente la conversación de los demás sigue pero a Elena Francis la coge por banda una de sus compañeras, a la cual sólo veía una vez a la semana y en el interior del curso, con la que como mucho se habia tomado una coca-cola en navidad.

-Mis padres me tienen agobiada, no sabes lo que me han hecho, tengo unas ganas de irme a mi casa de nuevo con mi marido...tu te crees que le regaló una bufanda a mi padre y me la ha rechazado! yo que no estoy trabajando, ni tengo apenas dinero, quise tener ese detalle con el y me la ha rechazado! pues al final la he estrenado yo, no me hacia falta, pero como el me ha despreciado el regalo...

La señora Francis no sabia donde mirar, donde meterse, miles de ideas y de preguntas "porque a mi" "si no la conozco" acudian a su cabeza.

-Bueno, pues ya tienes bufanda nueva, tu tranquila, no te agobies.

-Ya, pero yo no la necesitaba -seguia atropelladamente narrando-. Y mi madre, que dice que la que tiene un problema soy yo, pues la próxima vez que vaya al psiquiatra la voy a llevar, porque la que tiene el problema es ella, no yo, ella dice que yo, pero no, lo tiene ella. Me hizo un desprecio el otro dia también, que fui a mi casa a abrir las ventanas y que no quiso entrar, eso es despreciarme, y esto se llaman padres...pues a partir de ahora voy a ser egoista, sólo voy a pensar en mi, no voy a pensar en nadie más porque la vida es para eso, para disfrutarla y me apunto a todas las actividades, a todas, a todas...

-Claro que si, hay que disfrutar la vida -terciaba la Francis, anonadada de lo que estaba viviendo.

-Y luego me dicen que venir aqui es una pérdida de tiempo, siempre despreciandome, siempre despreciandome...estoy harta de ellos, que no me quieren nada, esto no son palabras de una madre, y los desprecios, no son desprecios de padres...

-Bueno, tu no te lleves el disgusto, haz tu vida y tal...

Por suerte, en un embate, la Francis se pudo zafar de la conversación y volver a entrar en la del grupo, pero de verdad que pasó un mal rato, de repente esa retahila atropellada de cosas personales de alguien con la que no mantiene relación alguna y que nunca habla con nadie ningún dia más allá de un "hola" la dejó nerviosa perdida.

Y ese fue el comienzo del repaso a la historia de esta particular Elena Francis.

FIN (de momento, que nunca se sabe con la Francis)

P.S. Las que queráis por mail os cuento el trasfondo de la historia, que es muy heavy.