Linda Howard
220 páginas
Año 1987
Sinopsis:
Michelle Cabot acababa de heredar un rancho y un montón de deudas. Pero lo peor de todo era que la mayoría de esas deudas eran con el propietario del rancho vecino, John Rafferty.
Nada podría haberlo sorprendido más que descubrir que aquella niña rica y mimada se había propuesto dirigir el rancho de su abuelo. John estaba realmente encantado con la nueva Michelle, y por eso decidió que tenía que conseguir que se convirtiera en su mujer. Lo que no sabía era que, debajo de su apariencia tranquila y estable, aquella mujer escondía un corazón roto y la firme determinación de no volver a pertenecer a nadie más que a sí misma.
Pero Rafferty no estaba dispuesto a aceptar un no por respuesta.
¡Me ha encantado! Hace tiempo que no leía un libro y me quedaba buen sabor de boca. Es cierto que no había tenido mucha suerte últimamente.
El libro es sencillo, corto, pero tiene su trama y una historia de amor muy bonita, a pesar del tormentoso y oculto pasado de la protagonista femenina. Michelle y John han estado enamorados durante años, pero se tratan como si se odiaran para mantener ese sentimiento oculto en su interior.
Tampoco quiero desvelar mucho, pero la vida en los ranchos de los protagonistas está bien descrita, así como las casas, las situaciones, el personal... todo está muy bien hilado y mantiene la tensión continuamente. Posee una trama de misterio y nos preocupa el arrojo de ella a situaciones peligrosas.
Decir que este título salió por primera vez a la venta en 1987 y se nota en muchos detalles de la historia, como ese macho alfa que llega a casa de ella y directamente le propone ser su amante para saldar las deudas pendientes. Y ahí es cuando te quedas un poco en shock, pero luego tras ese pequeño sobresalto que nos retrotrae al pasado, es una historia bastante atemporal, donde quizá solo podemos echar de menos los teléfonos móviles.
Algo que también llama la atención es quizá la cantidad de sexo algo explícito para 1987 que tiene el libro, que si hoy en día no nos asusta, seguramente hace treinta y tres años hacía que más de una lectora se llevara las manos a la cabeza. Leyendo en 2020 no es ni mucho, ni explícito, es el justo y correcto para la historia.
Otro rasgo del protagonista que llama la atención es que tiene bigote, algo que hoy en día sería muy osado en romántica, ya que no está tan de moda. Abajo os pondré la portada original para que os hagáis una idea, pero como dice una amiga, se parece a Burt Reynolds o Tom Selleck, dos bigotudos que triunfaban entre las féminas de la época.
A principios de los años 2000 Harlequin lo reeditó de nuevo y en 2016 lo sacó en la versión que tengo yo, que es en edición bolsillo de papel conjuntamente con otra historia.
Decir que el libro es una de esas maravillas que se encuentran de rebajas en los supermercados por apenas tres euros y que ha merecido mucho la pena. Os lo recomiendo.
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Hasta pronto!!
Año 1987
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